
por Redacción InfoLibertad con informacion de Europa Press
El Comité de Médicos hizo nuevamente un llamado para "detener esta guerra inmediatamente" y permitir "que se abran pasos seguros para evacuar" a las personas que se encuentran heridas y atrapadas. También advirtió de que los hospitales e instalaciones sanitarias no son refugios militares. "Su violación es un crimen de lesa humanidad, valores y morales, y todos los tratados y pactos prohíben su violación", dice el comunicado.
Las víctimas se encontraban principalmente en Jartum -en el centro del país-, Kordofán del Sur -cercano a la frontera con Sudán del Sur-, Darfur del Norte -en el oeste de Sudán- y en el Estado del Norte. Sin embargo, el mayor conflicto se concentra actualmente en la capital. Al mismo tiempo, el funcionamiento de la ciudad está limitado por el conflicto y la inseguridad que se vive.
La OMS recordó a las partes del conflicto sus obligaciones con relación a los Derechos Humanitarios Internacionales, a fin de proteger a los heridos, civiles, trabajadores de la salud y centros hospitalarios. Además indicó que se mantiene supervisando las necesidades sanitarias en las ciudades afectadas para que los recursos lleguen al destino que sea necesario.
Según un comunicado de la OMS los suministros que habían distribuido antes de la escalada del conflicto se agotaron y los heridos denuncian la escasez de sangre, equipos de transfusión y suministros médicos esenciales en general, así como inconvenientes con el agua y la electricidad, falta de personal médico especializado.
la Union Europea y las principales organizaciones civiles y partidos políticos de Sudán solicitaron en conjunto el fin de los combates entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), además de que se finalizara la "militarización" que ha dominado "el espacio público" el país durante décadas, desde el derrocamiento hace cuatro años del dictador Omar al Bashir tras una revolución en la que los civiles fueron parte fundamental.
Antes de los combates el país africano estaba gobernado por una junta liderada por el general Abdelfatá al Burhan y el cabecilla militar de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias 'Hemedti'. Las diferencias entre ambos líderes sobre la integración paramilitar en un futuro ejército unificado acabaron en este conflicto.
Tanto el Ejército como las RSF, cabe recordar, han sido acusadas de la comisión de matanzas y de un espectro de abusos de toda índole contra la población civil en los años que siguieron a la caída de Al Bashir.
Debido a la inseguridad generada por conflicto entre las Fuerzas del Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido España ha cerrado temporalmente su embajada en la capital de Sudán.